Problemas gastrointestinales y su relación con las enfermedades renal en perros y gatos
Los cuerpos de las mascotas causan muchas curiosidades, sobre todo cuando sus sistemas se ven afectados y enferman, para encontrar las consecuencias y tratamientos, se definen por medio de exámenes, pero qué sucede cuando se descubre que el sistema renal y el sistema gastrointestinal tienen una relación más estrecha y si no se trata a tiempo, podría traer complicaciones en la salud de las mascotas.
Según las investigaciones científicas el vínculo que existe entre los sistemas gastrointestinal (GI) y el Eje Intestino-Renal es muy cercana. Se ha descubierto que la enfermedad renal en perros y gatos pueden presentar desbalances en el microbiota intestinal (MI).
El microbioma intestinal y disbiosis en enfermedades renales en perros y gatos
La Microbiota Intestinal está formada por una población compleja de microorganismos (bacterias, virus, hongos, protozoarios y arquea) que al relacionarse de manera simbiótica contribuyen en el metabolismo de las mascotas, protegiéndolos contra diversos patógenos, y ayudando al desarrollo intestinal, educan al sistema inmune y confieren beneficios nutricionales.
Cuando se presenta la manifestación de disbiosis intestinal con enfermedades Renales en perros y gatos, da como resultado alteraciones bioquímicas dentro del ambiente, restricciones dietéticas, alteraciones en el tránsito Gastrointestinal, y el uso de medicamentos (antibióticos, quelantes de fósforo, y compuestos a base de hierro) que pueden tener un efecto negativo sobre la Microbiota Intestinal.
“La urea es una de las toxinas urémicas más abundantes con enfermedades renales en perros y gatos y se ha comprobado que su presencia en cantidades excesivas dentro del aparato GI puede favorecer el sobrecrecimiento de microbios productores de amoniaco, lo cual a su vez puede incrementar el pH luminal del intestino y así favoreciendo la manifestación de disbiosis intestinal".

Muchas de las dietas para pacientes con enfermedad renal poseen cantidades reducidas de fibra dietética. Estos carbohidratos insolubles son nutrientes esenciales para microbios productores de ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Los cuales son esenciales para mantener la homeostasis intestinal ya que poseen propiedades antiinflamatorias, favorecen la motilidad GI y son fuente de energía para los colonocitos.
Muchos pacientes con enfermedades renales sufren de desbalances electrolíticos y de hidratación. Esto puede provocar constipación y facilitar la fermentación de productos proteicos que pueden incrementar la producción de toxinas urémicas. El uso de medicamentos como antibióticos poseen un impacto negativo sobre los grupos taxonómicos bacterianos necesarios para mantener una homeostasis.
Influencia de la microbiota disbiótica sobre la enfermedad renal en perros y gatos
Desde el punto clínico la urea y la creatinina son las toxinas urémicas más conocidas, pueden existir hasta 146 solutos orgánicos que pueden fungir como toxinas urémicas putativas capaces de acumularse dentro del organismo de manera excesiva en pacientes con una tasa de filtración glomerular comprometida.
“Los pacientes con enfermedad renal que cursan con disbiosis comúnmente tienen niveles elevados de IS y pCS”. Estos compuestos se han asociado con la producción de radicales libres y la activación del sistema renina angiotensina aldosterona, induciendo la presentación de inflamación, la cual genera daño a hacia los túbulos renales y finalmente puede culminar en la formación de fibrosis renal y esclerosis glomerular.
Índice de disbiosis como herramienta diagnóstica

La presencia de disbiosis se puede estimar mediante un índice de disbiosis, obtenido a través de la cuantificación de siete grupos bacterianos mediante PCR:
Faecalibacterium spp.
Turicibacter spp.
Escherichia coli.
Streptococcus spp.
Blautia spp.
Fusobacterium spp.
Clostridium hiranonis.
Manejo terapéutico del paciente disbiótico con enfermedad renal
Existen diversas estrategias terapéuticas que permiten manipular al microbioma intestinal con el afán de recuperar una homeostasis intestinal. Los tratamientos más utilizados, que están enfocados en la restauración de la MI son:
Los prebióticos
son suplementos que pueden ayudar a mejorar la salud digestiva de perros y gatos. Se pueden usar para prevenir y tratar la diarrea, y para fortalecer el sistema inmunológico.
Los probióticos
Los probióticos en pacientes con enfermedades renales aún es limitada, arrojando resultados poco concluyentes y controversiales. Hasta el momento, la combinación de fibras prebióticas con probióticos parece ofrecer una alternativa eficaz en el tratamiento de la disbiosis y el trasplante fecal.
El trasplante fecal
Consiste en administrar materia fecal de un donador sano a un paciente enfermo con la finalidad de traspasar un microbioma saludable. A pesar de que se han documentado casos exitosos en medicina veterinaria, estos siguen siendo escasos y aislados por lo que se requiere de mayor investigación para establecer recomendaciones adecuadas y estandarizadas que sean de beneficio terapéutico.

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